Bienvenido al sitio oficial del mes de María 2022 de la comunidad católica de Crucero, aquí encuentras el material para realizar la oración diaria, el rosario y más, este año debido a la pandemia del covid-19 la oración se realizará respetando las medidas sanitarias, puedes asistir a la capilla desde las 19 horas


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Misterios del Rosario

Misterios gloriosos (domingo y miércoles)

La resurrección del Señor

La ascensión del Señor al cielo

La venida del Espíritu Santo en Pentecostés

La asunción de la Santísima Virgen al cielo

La coronación de María como Reina y Madre de toda la creación

Misterios gozosos (lunes y sábado)

La encarnación del Hijo de Dios

La visita de la santísima Virgen María a su prima Isabel

El nacimiento de Jesús en Belén

La presentación del niño Jesús en el templo

El hallazgo de Jesús en el templo

Misterios dolorosos (martes y viernes)

La oración de Jesús en el huerto

Jesús es azotado

Jesús es coronado de espinas

Jesús carga con la cruz

La crucifixión y la muerte de Jesús

Misterios luminosos (jueves)

El bautismo del Señor

La manifestación de Cristo en las bodas de Caná

Jesucristo proclama el Reino e invita a la conversión

La Transfiguración del Señor

La institución de la Eucaristía

Oración Inicial

para todos los días del mes

¡Oh María!, durante el bello mes que te está consagrado, todo resuena con tu nombre y alabanza. Tu santuario resplandece con nuevo brillo, y nuestras manos te han elevado un trono de gracia y de amor, desde donde presides nuestras fiestas y escuchas nuestras oraciones y votos.

Para honrarte, hemos esparcido frescas flores a tus pies, y adornado tu frente con guirnaldas y coronas. Mas, ¡oh María!, no te das por satisfecha con estos homenajes. Hay flores cuya frescura y lozanía jamás pasan y coronas que no se marchitan. Éstas son las que Tú esperas de tus hijos, porque el más hermoso adorno de una madre es la piedad de sus hijos, y la más bella corona que pueden depositar a sus pies, es la de sus virtudes.

Sí, los lirios que Tú nos pides son la inocencia de nuestros corazones. Nos esforzaremos, pues, durante el curso de este mes consagrado a tu gloria, ¡Oh Virgen Santa!, en conservar nuestras almas puras y sin manchas, y en separar de nuestros pensamientos, deseos y miradas aun la sombra misma del mal.

La rosa, cuyo brillo agrada a tus ojos, es la caridad, el amor a Dios y a nuestros hermanos. Nos amaremos, pues, los unos a los otros, como hijos de una misma familia, cuya Madre eres, viviendo todos en la dulzura de una concordia fraternal. En este mes bendito, procuraremos cultivar en nuestros corazones la humildad, modesta flor que te es tan querida, y con tu auxilio llegaremos a ser puros, humildes, caritativos, pacientes y esperanzados.

¡Oh María!, haz producir en el fondo de nuestros corazones todas estas amables virtudes; que ellas broten, florezcan y den al fin frutos de gracia, para poder ser algún día dignos hijos de la más Santa y la mejor de las Madres, Amén.

Oración Final

para todos los días del mes

¡Oh María, Madre de Jesús, nuestro Salvador y nuestra buena Madre! Nosotros venimos a ofrecerte, con estos obsequios que colocamos a tus pies, nuestros corazones deseosos de serte agradables, y a solicitar de tu bondad un nuevo ardor en tu santo servicio.

Dígnate presentarnos a tu Divino Hijo, que en vista de sus méritos y a nombre de su Santa Madre, dirija nuestros pasos por el sendero de la virtud. Que haga lucir con nuevo esplendor la luz de la fe sobre los infortunados pueblos que gimen por tanto tiempo en las tinieblas del error. Que vuelvan hacia Él, y cambie tantos corazones rebeldes, cuya penitencia regocijará su corazón y el tuyo. Que convierta a los enemigos de su Iglesia y que en fin, encienda por todas partes el fuego de su ardiente caridad, que nos colme de alegría en medio de las tribulaciones de esta vida y dé esperanzas para el porvenir. Amén.

La Salve

Dios te salve, Reina y Madre de misericordia,

vida, dulzura y esperanza nuestra;

Dios te salve.

A Ti clamamos los desterrados hijos de Eva;

a Ti suspiramos, gimiendo y llorando,

en este valle de lágrimas.

Ea, pues Señora, abogada nuestra,

vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos,

y después de este destierro muéstranos a Jesús,

fruto bendito de tu vientre.

¡Oh clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen María!

Ruega por nosotros Santa Madre de Dios.

Para que seamos dignos de alcanzar

las promesas de nuestro Señor Jesucristo. Amén 

Letanías de la Virgen

Señor, ten piedad 

Cristo, ten piedad 

Señor, ten piedad. 

Cristo, óyenos.

Cristo, escúchanos. 

Dios, Padre celetial,

R/ Ten piedad de nosotros.

Dios, Hijo, Redentor del mundo, 

Dios, Espíritu Santo, 

Santisima Trinidad, un solo Dios, 

Santa María,

R/ Ruega por nosotros.

Santa Madre de Dios, 

Santa Virgen de las Vírgenes, 

Madre de Cristo, 

Madre de la Iglesia, 

Madre de la divina gracia, 

Madre purísima, 

Madre castisima, 

Madre siempre virgen, 

Madre inmaculada,

Madre amable, 

Madre admirable, 

Madre del buen consejo, 

Madre de la Iglesia 

Madre del Creador, 

Madre del Salvador, 

Madre de misericordia, 

Virgen prudentísima, 

Virgen digna de veneración, 

Virgen digna de alabanza, 

Virgen poderosa, 

Virgen clemente, 

Virgen fiel, 

Espejo de justicia, 

Trono de la sabiduría, 

Causa de nuestra alegría, 

Vaso espiritual, 

Vaso digno de honor, 

Vaso de insigne devoción, 

Rosa mística, 

Torre de David, 

Torre de marfil, 

Casa de oro, 

Arca de la Alianza, 

Puerta del cielo, 

Estrella de la mañana, 

Salud de los enfermos, 

Refugio de los pecadores, 

Consoladora de los afligidos, 

Auxilio de los cristianos, 

Reina de los Ángeles, 

Reina de los Patriarcas, 

Reina de los Profetas,

Reina de los Apóstoles, 

Reina de los Mártires, 

Reina de los Confesores, 

Reina de las Vírgenes, 

Reina de todos los Santos, 

Reina concebida sin pecado original, 

Reina asunta a los Cielos,

Reina del Santísimo Rosario, 

Reina de la familia, 

Reina de la paz.

Cordero de Dios, 

que quitas el pecado del mundo,

R/ Perdónanos, Señor.

Cordero de Dios, que quitas el pecado 

del mundo,

R/ Escúchanos, Señor.

Cordero de Dios, que quitas el pecado 

del mundo,

R/ Ten misericordia de nosotros.

Ruega por nosotros, 

Santa Madre de Dios.

Para que seamos dignos 

de las promesas de Cristo.

OPCIONAL: Ritual del Rosario de la Aurora

Esta propuesta celebrativa puede ser rezada en familia o en comunidad. Es necesario tener previsto altares donde haya imágenes de la Virgen, ya que se hará una procesión. Se invita a llevar flores y velas.

RITO DE ACOGIDA

El diácono o ministro laico da la bienvenida a los fieles que se han reunido e invita a los participantes a hacer suyo el caminar de la virgen María con el rezo del Rosario de la Aurora.

Canto

Saludo inicial

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

Rezo del "Angelus"

M. Con el rezo del Ángelus nos unimos a nuestra Iglesia misionera que, como el Ángel, trae la buena noticia de la salvación.

M. El ángel del Señor anunció a María T. y concibió por obra del Espíritu Santo. Dios te salve María...

M. He aquí la esclava del Señor, T. hágase en mí según tu palabra. Dios te salve María ...

M. Y el Verbo de Dios se hizo carne T. y habitó entre nosotros. Dios te salve María ...

M. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios

T. para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.

M. Oremos. Señor, te suplicamos que derrames tu gra- cia en nuestras almas; para que habiendo conocido por el anuncio del Ángel la encar- nación de Cristo tu Hijo, por su pasión y Cruz alcancemos la gloria de la resurrección. Por el mismo Jesucristo nuestro Señor.

T. Amén. 

ROSARIO

M. "Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios Nuestro".

Ofrecimiento del Rosario

El que dirige el rezo del Santo Rosario hará el ofrecimiento del mismo Rosario.

M. Señor, Dios nuestro, dirige y guía todos nuestros pensamientos, palabras y obras para mayor honra y gloria tuya, y a ti, Virgen Santisima, alcánzanos de tu divino Hijo, que con toda atención y devoción, podamos rezar tu santisimo Rosario, el cual lo ofre- cemos por la santa fe católica, por nuestras necesidades espirituales y temporales, y por el bien de los vivos y difuntos.

Amén.

Terminada la primera decena, se comienza la procesión (Cruz, cirios, flores y campanas).

Canto

Este esquema se repite con cada misterio del Rosario.

Al terminar el Santo Rosario se invita a rezar las letanías de Nuestra Señora. (Ver Oraciones, página 107).

ORACIÓN FINAL

M. Te rogamos nos concedas, Señor Dios nuestro, gozar de continua salud de alma y cuerpo, y por la gloriosa intercesión de la bienaventurada siempre Virgen María, vernos libres de las tristezas de la vida presente y disfrutar de las alegrías eternas.

Por Cristo, nuestro Señor. T. Amén. Canto a la Virgen